Alrededor de 40.000 personas se manifestaron en la inmensa plaza del Ayuntamiento de Seúl el 5 de diciembre de 2015 para protestar contra la represión ordenada por la presidenta Park Geun-hye, en el poder desde febrero de 2013. En efecto, el 14 de noviembre, 130.000 coreanos convocados por las 118 organizaciones afiliadas a la Confederación Coreana de Sindicatos (Korean Confederation of Trade Unions, KCTU) se reunieron para denunciar la reforma del derecho laboral, la recuperación del control de los manuales escolares de Historia y el acuerdo de libre comercio con China. La policía utilizó en esta ocasión camiones con cañones de agua, dejando una treintena de heridos, de los cuales uno en estado grave.
Presente en la plaza del Ayuntamiento, Kim Ju-hyun, profesor titular en la Universidad de Seúl, se indigna: “¿Cómo puede hablar la Presidenta de ‘reunión violenta e ilegal’ si todo el mundo se manifestaba pacíficamente? ¿Cómo puede comparar (...)