Las tasas oficiales del desempleo, en casi todo el mundo, no dan cuenta verdaderamente de su realidad social, porque los modos de mantener bajo control las estadísticas son muy numerosos (y variables, según los países). Incluso ateniéndose a los datos oficiales, la situación es sumamente preocupante en Estados Unidos y en Europa, donde el número de desocupados no cesa de aumentar. En 2009, se destruyeron 4,6 millones de puestos de trabajo al otro lado del Atlántico, donde los desempleados representan el 10% de la población activa. Exactamente el mismo porcentaje que en la eurozona, donde este promedio esconde, no obstante, diferencias relevantes entre países: 19,4 % en España, 10% en Francia, 8,3 % en Italia, etc.
Para salir de la crisis, los gobiernos invocan sin cesar el “retorno al crecimiento”. Se aferran a esto como a un salvavidas, para disimular el bajo nivel del empleo, indicador mucho más importante, sin embargo, para la (...)