Más de dos tercios de los vietnamitas han nacido después de 1975. El heroísmo del pasado, aunque todavía cercano, ya no es la única referencia aun cuando se inscriba en la historia de un país que ha luchado, a lo largo de los siglos, por su independencia y su unidad. “La fe en una doble emancipación, social –a través del marxismo-leninismo– y nacional –a través de la guerra, en el corazón de la literatura oficial– ha sido reemplazada por la ausencia de ideales en la juventud de la posguerra”, estima Doan Cam Thi, crítica literaria residente en París.
Tanto en el seno como en los aledaños del Partido Comunista, antiguos miembros de la resistencia se muestran preocupados. Pero este vacío de ideales no suele sino ocultar el surgimiento de sociedades más complejas. La dicotomía oficial –lo bueno y lo malo– se diluye con el correr del tiempo. Cam Thi retoma así, (...)