La pesca en alta mar es un universo despiadado. “Debido al endeudamiento y a la coerción, varios miles de trabajadores, entre los cuales se encuentra un gran número de niños, se ven reducidos a la esclavitud en los barcos cada año”, escribe el periodista Ian Urbina en una investigación a largo plazo publicada en 2015 en The New York Times. “De media, cada cuatro días se hunde un gran navío. Entre 2.000 y 6.000 marineros mueren todos los años, generalmente a causa de accidentes evitables debidos a medidas de seguridad negligentes”. Para ilustrar la violencia que reina a bordo de las flotas, Urbina publicó un vídeo grabado en el océano Índico en el que algunos pescadores, fusil en mano, ejecutan sumariamente a otros pescadores aferrados a restos de naufragios. Una escena escalofriante que resume la competencia desenfrenada que reina entre los trabajadores de la industria pesquera.
En Francia, la publicación de (...)