Al igual que el autor británico G. K. Chesterton, al que en cierto modo se asemeja, el poeta Paul Claudel combina la visión progresista con la reaccionaria. La oportuna reedición de su libro de ensayos El ojo oye constituye no solo una revisión radical, de largo alcance, de las convenciones de la cultura oriental y occidental, sino una relectura de la prosa ensayística al uso.
Nacido en Villeneuve-sur-Fère en 1868, el escritor francés sigue simbolizando la relación entre la brillantez poética y la provocación constante, deliberada. Tomando como modelo las principales obras de la pintura, la música y la arquitectura mundial, El ojo prescinde de las convenciones formales, reemplazándolas por un pensamiento “libre de un objeto que se imponga brutalmente a su mirada”. El resultado, una serie de ensayos de longitud irregular, donde se usa y abusa del ritmo y las imágenes, “menos de interés por la circunstancia inmediata que por simpatía (...)