Tanto en música como en política, el ejemplo brasileño comienza a encontrar eco con otros circuitos de artistas «ciudadanos». En particular con aquellos enraizados en la región occitana de Francia. Los Fabulous Trobadors de Tolosa, Jogl’Averne de Cle-mont Ferrand, la Uzeste musicale de Ber-nard Lubat, Massilia Sound-System en Marsella…
Todos se activan. En 2003, el tolosano Claude Sicre ha encontrado en sus primos brasileños aliados objetivos, y afinidades subjetivas. «Yo no me reconozco en la con-signa: otro mundo es posible. Lo que yo quiero son ‘otros’ mundos. Porque detrás de esa consigna, está la idea de que un mundo ya habría ganado sobre el otro, mientras yo creo que todavía existen mundos, plurales, y deben encontrarse entre sí. Depende de no-sotros y de ustedes, aquí y ahora, en casa, en nuestros barrios, crear a diario hermosas ma-neras de vivir…» En 2003, los encuentros entre Nordeste y Sudoeste se multiplican. Todos se (...)