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Vidas místicas

El Cristo de Elqui

El arte de la resurección
Hernán Rivera Letelier
Alfaguara, Madrid, 2010,
264 páginas, 18 euros.

por Ramón Chao, septiembre de 2010

Cuenta Miguel de Cervantes que, de un lugar de la Mancha, salió en el siglo XVI un caballero con ánimo de enderezar entuertos, proteger vírgenes y desvalidos. En 1942, Domingo Zárate Vera, un enjuto hombre de aspecto sucio y desharrapado, se aventura a recorrer el desierto, pese a las burlas y amenazas de los que lo consideran un simple de espíritu. Ya de niño había comenzado a advertir formas sibilinas en las nubes con augurios de pequeños desastres. Tras la muerte de su madre se hace ermitaño en el Valle de Elqui, donde descubre, a través de una visión, que él es nada menos que la reencarnación de Jesucristo.

Las primeras experiencias de ambos iluminados son catastróficas: don Quijote no logra rescatar a un pastorcillo de las garras de su amo Juan Haldudo. Siglos más tarde, el ya conocido como el “Cristo de Elqui” se congratula de haber realizado un portento: (...)

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