Al poco de llegar a la Casa Blanca, Joseph Biden afirmó que Estados Unidos había “vuelto” y que su país estaba “preparado para liderar el mundo, no para alejarse de él; preparado para enfrentarse a sus adversarios, no para rechazar a sus aliados; y preparado para defender sus valores”. La estrella de la telerrealidad que le había precedido en la presidencia de Estados Unidos aseguraba que su inigualable capacidad de negociación desempeñada en el sector privado le permitiría resolver a su manera los males que afectan al mundo. Pero el balance de su diplomacia “transaccional” ha resultado decepcionante. Tras cuatro años de caos, las elecciones de 2020 representan la vuelta a un planteamiento más tradicional.
La actual Administración está conformada, en gran parte, por veteranos de la presidencia de Obama. El nuevo secretario de Estado, Anthony Blinken, era el número dos del ministerio que ahora dirige. También trabajaron junto a él (...)