Día caluroso en Navapolatsk. El sol abrasa la enorme plaza del ayuntamiento. Ningún árbol para ofrecer el más mínimo oasis de sombra. A pocos metros se encuentra la bien llamada calle de las Escuelas. En el número 5, la música se escapa por las ventanas entreabiertas. En el suelo, guijarros pintados de azul dibujan una clave de sol. Se trata del instituto de música donde nos ha citado Ksenia Kossaïa. “Bienvenido a Navapolatsk, la única ciudad de Bielorrusia que no tiene una estatua de Lenin”, bromea la joven.
Situada en el norte del país, junto a la frontera entre Letonia y Rusia, esta antigua ciudad soviética fue erigida en 1958 para acoger a las familias de los trabajadores del sector petroquímico. En la actualidad, alberga la imponente refinería de la empresa estatal Naftan. A esta ciudad de casi cien mil habitantes ha sido destinada Kossaïa durante dos años como profesora de (...)