En el interior de una casa humilde, un padre fricciona la espalda de su hijo parapléjico. Ternura en las miradas, pudor en los silencios: el (próximo) dirigente chino Deng Xiaoping vela por el confort de su hijo Pufang, que fue arrojado por la ventana del tercer piso de su universidad por guardias rojos durante la Revolución Cultural, ocho años antes. Así comienza la telenovela.
Del 8 de agosto al 8 de septiembre pasados, de lunes a viernes, a los telespectadores de CCTV-1, el primer canal de la televisión estatal china, se les presentaron dos episodios diarios de cuarenta y cinco minutos. Esta serie desarrolla vida y obra del Pequeño Timonel, como era llamado entre 1976 y 1984 (antes de la represión del movimiento estudiantil en la plaza de Tiananmen en 1989). El acontecimiento televisivo coincide con la celebración del 110º aniversario del nacimiento de Deng Xiaoping, quien impulsó la apertura china (...)