Considerado como uno de los mayores cuentistas de lengua castellana, Julio Ramón Ribeyro, nació el 31 de agosto de 1929 en un barrio limeño de clase media, sin llegar a conocer la celebridad. Ahora se le considera un escritor culto en España y América latina; especialmente en Perú, donde su cuento Los gallinazos sin plumas es de lectura obligatoria en las escuelas.
Aparte de su inclinación por el fracaso, de lo que hablaremos luego, su obra es difícil de incluir en un movimiento determinado. La crítica peruana lo sitúa dentro de la “generación del 50” –heredera de César Vallejo como paradigma estético, y del pensamiento de José Carlos Mariátegui–, compuesta por narradores, poetas y dramaturgos “socialmente comprometidos” (Ciro Alegría, José María Arguedas…) que se interesaron en dar una visión neorrealista al desarrollo urbano del siglo XX. Sin duda, al principio, entre ellos se entroncaba Ribeyro, pero también es cierto (...)