Presentada a menudo como el mejor de los sistemas políticos, la democracia ha sido durante mucho tiempo una forma rara de gobierno, dado que ningún régimen responde totalmente al ideal democrático, que implicaría una honestidad absoluta de los poderosos respecto de los débiles y una condena verdaderamente radical de todo abuso de poder. Y que hay que respetar cinco criterios indispensables: elecciones libres; existencia de una oposición organizada y libre; derecho real a la alternancia política; existencia de un sistema judicial independiente del poder político; y existencia de medios de comunicación. Aun así, algunos Estados democráticos como Francia y el Reino Unido negaron durante mucho tiempo a las mujeres el derecho al voto, y además eran potencias coloniales que pisoteaban los derechos de los colonizados.
A pesar de esos fallos, este método de gobierno tiene tendencia a universalizarse. Primero bajo el fuerte impulso del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson (1856-1924). (...)