El irlandés domina la imaginación con un brío particular. Una de las características que nos hicieron famosos en todo el mundo es ese talento único para la teatralidad. Para nosotros, en Irlanda, la historia que cada uno cuenta sobre sí mismo tiene a menudo más importancia que el recuerdo preciso de los acontecimientos. Las conversaciones, las exageraciones, el comentario detallado de nuestras vidas y nuestro país valen tanto como la realidad objetiva.
Y yo a mi vez cedí a esa afición nacional por el estereotipo ¡que siempre traté de evitar! Pero el importante papel que desempeñó la imaginación en el desarrollo de la sociedad irlandesa quizá sea revelador, aun hoy, de nuestras fuerzas y nuestras debilidades.
En la actualidad, los irlandeses atraviesan una profunda fase de introspección. El eslogan del momento es “Renovar la República”. Tras dos cortas décadas que se resumen en un alocado tour de compras, durante el cual nuestra (...)