Esta es una de las principales conclusiones a las que podemos llegar leyendo el libro de Carlo Petrini, recientemente publicado en España. Bueno, limpio y justo, así se titula el libro del creador del movimiento Slow Food (comida lenta), un piamontés nacido en 1949 que se ha convertido en la referencia mundial de la defensa de la “nueva” gastronomía, y no sólo por haber sido galardonado en 2004 por el Time Magazine como un protagonista de la categoría “Innovator”.
Henri Laborit, eminente investigador médico, y no menos excelso divulgador de las leyes biológicas con respecto al comportamiento social del ser humano, hacía constantemente referencia a lo que él llamaba “el cerebro reptil”, la esencia de todo ser viviente que, para sobrevivir, nace con tres habilidades inherentes: alimentarse, desplazarse y asociarse. Estas tres habilidades están estrechamente relacionadas entre ellas y tienen como hilo conductor la supervivencia. Sin alimentarse, el ser viviente (...)