El delta del Ganges y del Brahmaputra es una de las regiones más fértiles del mundo. Cuando la India, tras la escisión de Pakistán Oriental, perdió los dos tercios de sus tierras aluviales, tuvo que reaccionar y encontrar la manera de irrigar los Estados de Bihar, Haryana, Penjab y Uttar Pradesh. Hoy, ese programa hidráulico extrae agua del Ganges más allá de sus capacidades y provoca en toda la región que se encuentra río abajo una pérdida desastrosa en términos de tierras cultivables.
A tan sólo ocho kilómetros al norte de Bangladesh, la represa de Farakka desvía desde hace 35 años la mayor parte del poderoso Ganges hacia el río Hooghly con el fin de extraer la arena del puerto de Calcuta, capital de Bengala Occidental. Este proyecto desmesurado, que subestima el consumo de agua río arriba, contribuye al agotamiento de las napas freáticas y al aumento de la salinidad en (...)