¿Un Museo de la Tolerancia? ¡Qué buen proyecto! Salvo por el hecho de que el Centro Simon Wiesenthal –nombre del célebre cazador de nazis recientemente fallecido– se pretende instalar justo en el centro del antiguo cementerio musulmán de Mamilá (Jerusalén) a través de la construcción de un edificio de veinticuatro pisos por la módica suma de 250 millones de dólares.
Este proyecto obtuvo por supuesto las autorizaciones necesarias del gobierno y la alcaldía. Pero los responsables religiosos musulmanes consideran que es una violación flagrante de sus derechos. Bajo el mandato británico (1922-1948), estaba prohibido tocar ese cementerio. E incluso la famosa ley israelí sobre los “bienes abandonados” (1951), votada para legitimar el despojo de los refugiados palestinos, excluye toda transferencia de cementerios y mezquitas a un tercero.
Los musulmanes recurrieron a sus “hermanos” en el extranjero. Así, en noviembre de 2006, el jefe del movimiento islámico viajó a Turquía para movilizar al (...)