Embarcado ya en una “guerra global contra el terrorismo”en Afganistán y en Irak, Estados Unidos acaba de inaugurar un tercer frente en Somalia. Sus recientes incursiones aéreas y el envío de buques de guerra prueban que, a los ojos de Washington, que ya puso en marcha a finales de 2001 una coalición antiterrorista en el golfo de Adén, el Cuerno de África es de ahora en adelante parte del teatro de operaciones contra de la red de Al Qaeda.
Financiada por los comerciantes de Mogadiscio, cansados de los abusos de los señores de la guerra, la Unión de los Tribunales Islámicos echó a estos últimos y tomó la capital en junio de 2006.
Tras haber demostrado una visión estrecha de la “lucha contra el terrorismo” y apostado por los señores de la guerra, Estados Unidos no acepta este nuevo orden. Más aún cuando los Tribunales son acusados de recibir ayuda de Irán. (...)