De los tres pilares invocados por el IBSA desde su creación en 2003 –la coordinación política en cuestiones internacionales, los grupos de trabajo y la asistencia a los países en vías de desarrollo–, el tercero es el que puede calcularse más concretamente. Creado en 2004, el IBSA Facility Fund for Poverty and Hunger Alleviation financia proyectos de pequeña y mediana envergadura, proyectos que pueden reproducirse y servir de ejemplo de “buenas prácticas” a nivel regional e incluso extrarregional. El objetivo también es promover iniciativas pioneras que emanan de países del Sur y están destinadas a otros países del Sur. La financiación está asegurada por cada uno de los Estados miembros con un millón de dólares –cifra todavía modesta– y puede ser completada por financiaciones externas: Estados terceros, organizaciones no gubernamentales, fundaciones filantrópicas...
La unidad especial para la cooperación Sur-Sur enmarcada en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (...)