“La crisis ruandesa terminó en desastre para Ruanda y en derrota para Francia. ¿Significa por ello que Francia es cómplice del genocidio de los tutsis? No hay en los archivos consultados elementos en sustento de esta tesis, entendida como una voluntad de asociarse al proyecto genocida. Francia, no obstante, sí se implicó largo tiempo al lado de un régimen que alentaba masacres racistas. Permaneció ciega ante la preparación de un genocidio por parte de los elementos más radicales de este régimen. Hizo suyo un esquema binario que oponía, por un lado, al amigo hutu encarnado en el presidente Habyarimana y, por otro, al enemigo calificado de ‘ugandés-tutsi’ para referirse al FPR. En el momento del genocidio, tardó en romper con el Gobierno Provisional que lo estaba llevando a cabo y siguió considerando la amenaza del FPR como su máxima preocupación”.
“La France, le Rwanda et le génocide des Tutsi (1990-1994)”, informe de la comisión de investigación sobre los archivos franceses relativos a Ruanda y al genocidio de los tutsis (informe Duclert), París, 26 de marzo de 2021.
“A lo largo de los últimos veinticinco años, el Estado francés ha llevado a cabo una operación de encubrimiento destinada a echar tierra a su pasado en Ruanda. Después de que algunos medios de comunicación franceses y una comisión ruandesa publicaran informes críticos respecto al papel del Estado francés en los asuntos ruandeses, especialmente en el genocidio, el Estado francés respondió con investigaciones sesgadas, una de ellas basada en testimonios de algunos responsables del genocidio. Mientras los tribunales nacionales de Ruanda y los tribunales internacionales intentaban que los genocidas comparecieran ante la justicia, el Estado francés permitió que muchos casos quedaran pendientes durante décadas. Posteriormente al genocidio, el Estado francés ha dado refugio a muchas personas sospechosas de estar implicadas en crímenes genocidas, entre ellas la ex primera dama Agathe Kanziga Habyarimana”.
“Un génocide prévisible: le rôle de l’État français en lien avec le génocide contre les Tutsis au Rwanda”, informe del gabinete Levy Firestone Muse, Kigali, 19 de abril de 2021.
“Todos aquellos que [en el Gobierno francés] abogaban por una intervención del Ejército francés estaban de hecho a favor del Gobierno hutu (...). Yo estaba muy inconforme con tal solución, porque hubiera tenido visos de expedición colonial (...). Nos habría convertido en acólitos de ese inicio de genocidio”.
Édouard Balladur, primer ministro francés en 1994, France 24 y RFI, 14 de abril de 2021.
“Los oficiales de [la Operación] ‘Turquesa’, yo el primero, cometimos sin duda errores. Los historiadores están revelando ahora que estos se originaron en el más alto nivel del Estado, en el indisculpable sesgo que presentaron tanto la evaluación de la situación como las directivas. En el terreno, mis infantes de Marina, mis capitanes, mi Estado Mayor y yo mismo supimos formarnos rápidamente una idea más precisa de la situación y el informe de la Comisión Duclert atestigua que se lo hicimos saber a nuestros jefes. (...) Es mayor el rechazo que sentimos nosotros hacia los responsables políticos y militares que nos alentaron, y así siguen haciéndolo, a defender lo que fue su política, que la injusticia de quienes nos acusan de complicidad con el genocidio. Crear una ética de la dirección político-militar de las operaciones de Francia sigue siendo una asignatura pendiente”.
General (2S) Patrice Sartre, comandante del Regimiento de Carros de Infantería de Marina (RICM) en el marco de la “Operación Turquesa”, Le Monde, 30 de marzo de 2021.