Rivalidades y convergencias geopolíticas
Libia, tablero de juego ruso-turco
Atrapado en la guerra civil, el escenario libio se internacionaliza con la proliferación de los mercenarios, cuyo papel excede con creces al de una simple fuerza de apoyo. Rusia y Turquía parecen enfrentadas y cada una apoya a un bando distinto. Sin embargo, ambas juegan a lo mismo y sueñan con repartirse los restos de una Libia fracturada. Por otro lado, Turquía y Egipto mostraron su apoyo al acuerdo alcanzado el pasado 21 de agosto entre el Gobierno del Acuerdo Nacional y el Parlamento con sede en Tobruk que declaraba un alto el fuego y la apertura de negociaciones políticas. Queda por saber si el resto de las potencias enfrentadas por subrogación en el conflicto libio respaldarán el acuerdo, así como el mariscal Hafter, a la cabeza del llamado Ejército Nacional Libio.
por Jean-Michel Morel,
septiembre de 2020
Desde el levantamiento popular de febrero de 2011, al que le siguieron una intervención aérea de las fuerzas de la OTAN y la muerte de su jefe de Estado, Muamar el Gadafi, Libia ha estado sumida en el caos, la división y las injerencias extranjeras. Las tres regiones históricas del país se han convertido en grupos aislados fratricidas. En el este, en la región de la Cirenaica, donde se encuentra la sede de la Cámara de Representantes en Bengasi, se ha convertido en el feudo del mariscal autoproclamado Jalifa Hafter a la cabeza de lo que él llama el Ejército Nacional Libio (ENL).
En el oeste, en Tripolitania, reina el mal llamado Gobierno del Acuerdo Nacional (GAN), reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cuyo color político es similar al de los Hermanos Musulmanes. En cuanto a la región multiétnica de Fezán, en el sur, de la que (...)