La política en Austria está atravesada por la fuerza de las corrientes conservadoras, el peso de la Iglesia católica y su desnazificación absolutamente insuficiente. No obstante, entre los años 1890 y 1934, fecha de la llegada al poder de los austrofascistas, se desarrolló en este país una de las corrientes marxistas más peculiares de su tiempo, que recuperó la cuestión del nacionalismo y de la “identidad nacional”. Su capital, Viena, no solo fue el hogar de la dinastía de los Habsburgo, sino que también acogió uno de los partidos obreros más poderosos del mundo.
En 1907, la socialdemocracia austríaca (SDAP) lanzó una nueva revista teórica, Der Kampf (“La lucha”). Poco tenía que ver aquella “socialdemocracia” con lo que hoy consideramos como tal. Nació de los ideales de las revoluciones de 1848 y se arraigó con fuerza entre la clase obrera con el objetivo de acabar con el capitalismo. Otto Bauer, un (...)