Ucrania, ¿un enfrentamiento global entre “democracia y autocracia”, como proclama el presidente estadounidense Joseph Biden, y citan una y otra vez los comentaristas y políticos occidentales? No, contesta la solitaria voz del periodista estadounidense Robert Kaplan, “aunque pueda parecer contraintuitivo”. Después de todo, “la propia Ucrania viene siendo desde hace muchos años una democracia débil, corrupta e institucionalmente subdesarrollada”. En la clasificación mundial de la libertad de prensa, el informe de 2021 de Reporteros sin Fronteras la sitúa en el puesto 97. “La lucha –añade Kaplan–, tiene que ver con algo más amplio y fundamental, el derecho de los pueblos a decidir su propio futuro y a no sufrir una agresión deliberada”. Y señala, lo cual es una evidencia, que muchas “dictaduras” son aliadas de Estados Unidos, hecho que por cierto no condena.
Si en el Norte las voces discrepantes sobre la guerra de Ucrania son pocas y poco audibles, por (...)