El interés histórico, literario y periodístico de los escritos de este autor (Sevilla 1897- Londres 1944) merece la máxima difusión. El silencio que la dictadura franquista impuso a su nombre, lo hace aún mas valioso y atractivo.
No le interesaban ni los toreros ni los toros pero acometió una excepcional autobiografía (apócrifa) de Juan Belmonte que incluso el lector que aborrezca la llamada fiesta nacional leerá de cabo a rabo porque Chaves Nogales se mete en la piel del hombre que a su vez se ha metido en la piel de un torero, y éste en la piel del toro, es decir, en la obsesión por la gloria, la muerte y la nada. Juan Belmonte fue un pretexto para retratar una época y una ambición, una aventura exterior y otra más íntima, la del individuo famoso pero vulnerable quien, rozando la vejez, se encerró solo en su cortijo y (...)