La crisis ecológica que padecemos no es un fenómeno reciente, sino que ha estado intensificándose a lo largo de todo el siglo XX, y muy especialmente en su segunda mitad. Esta crisis ecológica está irrumpiendo ya fuertemente en el siglo XXI y es uno de los principales condicionantes de la actual crisis global de carácter sistémico y multidimensional.
El Antropoceno, término usado por algunos científicos para describir el actual periodo en la historia terrestre desde que las actividades humanas han tenido un impacto global significativo sobre los ecosistemas, levanta acta de la vertiginosa senda de destrucción en la que se ha sustentado este crecimiento desaforado y literalmente criminal del sistema agro-urbano-industrial globalizado. Esta dinámica ha convertido las perspectivas de futuro en una carrera contrarreloj para poner fin a la destrucción del planeta que, a falta de voluntad política y si no surge una fuerte oposición, tal vez sólo el agotamiento de (...)