La vida de Josep Renau, fotomontador, muralista, cartelista, publicitario y “pintor a ratos perdidos”, está llena de episodios apasionantes que darían para una novela-río, en la que los géneros estuvieran revueltos.
Por un lado, el arte como instrumento del cambio político, con los fascinantes telones de la guerra civil española, el exilio y la guerra fría. Por otro, el toque de intriga proporcionado por la CIA persiguiendo a Renau en México y en París, y la Stasi proyectando su sombra de Nosferatu sobre la casa berlinesa del comunista valenciano.
Estamos ante una de las aventuras personales, artísticas y políticas más apasionantes del siglo XX. Pero hasta ahora apenas se le ha conocido fuera de los ámbitos académicos, y siempre desde la óptica estética, no con una amplia visión biográfica. Su lucha pública y privada a través del arte contra los valores burgueses adquirió dimensiones de epopeya. Primero, durante la (...)