Hablar de Israel lleva siempre implícito mencionar a Palestina, lo que no suele dejar a nadie indiferente porque ambas causas tienen partidarios acérrimos y detractores a ultranza. Por esa razón no pasará desapercibido el libro que Alberto Masegosa ha escrito desde la experiencia de haber sido corresponsal de la Agencia EFE en Jerusalén, como antes lo fuera en Túnez y El Cairo, y haber vivido en primera línea mucho de lo que aconteció por aquellas tierras durante los últimos años.
Hechos, lugares y personas desfilan con agilidad en un relato que combina hábilmente rigor y desenfado, a modo de contrapunto de las gacetas de un periodista de agencia, habitualmente desapasionadas e imparciales. Es algo así como si hubiera querido aprovechar la ocasión para hablar de lo que, quizás, no pudo contar en sus crónicas: cosas de su vida diaria, relaciones con amigos periodistas, juicios de valor sobre políticos, miserias de líderes (...)