La crisis del hospital, que regularmente aparece en la primera plana de las publicaciones de actualidad, es, antes que nada, una crisis financiera. Sin embargo, Francia destina el 10% de su producto interior bruto (PIB) a la sanidad, y la mitad de ese presupuesto corresponde a gastos hospitalarios, frente al 6% de hace 30 años. Pero desde sus orígenes el sistema sufre una contradicción estructural entre el financiamiento público y la distribución de los cuidados médicos parcialmente privada: la medicina liberal. Esta contradicción estalló como consecuencia de la falta de ingresos de la Seguridad Social y de una expansión de los gastos ligados al envejecimiento de la población y a los avances de la medicina.
El último intento público de controlar la oferta liberal de los cuidados médicos se remonta al Plan Juppé, en 1995, que terminó en una ruptura entre el principal partido de la mayoría y los médicos. Los (...)