Jeffrey Immelt, actual director general de General Electric (GE), asumió sus funciones el 10 de septiembre de 2001. Durante los días y meses que siguieron, tres de los sectores más importantes de la empresa dieron brutales signos de debilidad: los motores de avión, a causa de la crisis del transporte aéreo; el reaseguro (el seguro de las aseguradoras), debido al alza de los reembolsos que siguieron al 11 de septiembre de 2001; las turbinas para las centrales eléctricas, tras la debacle de Enron castigara a todo el sector energético. Cinco años más tarde, el valor bursátil de la empresa aún no se ha recuperado de estas sacudidas. Ha bajado un 14% desde 2001.
Por lo demás, todo parece ir bien. En todo caso, la prensa de economía parece amar a General Electric. Declarada la “compañía más respetada” del año por The Financial Times durante ocho años consecutivos, General Electric también fue, (...)