Si en cualquier fotógrafo el gusto por mirar precede al cultivo de la mirada, en Joan Colom (Barcelona, 1921) la pulsión escópica parece dominar de tal manera su forma de practicar la fotografía que su amplia obra parece anclada, desde sus orígenes en 1957 hasta sus últimas fotos en 2010, en un mismo registro temático y estilístico, como si no existieran otras cosas que mirar ni otra forma de fotografiar.
A Colom le fascina la vida del Raval de Barcelona, las calles del Barrio Chino en las que tantas veces ha capturado con ansia las idas y venidas de prostitutas, clientes, obreros, arraigados en el tejido social del barrio o bien recién llegados en busca de su propia forma de integración. Colom fotografía gente, su gozo sólo parece realizarse en mirar a las personas, en la fascinación que le produce la densidad humana que puebla las callejuelas que se encuentran en (...)