Al llegar al aeropuerto internacional de Medellín, ciudad donde viven 2,5 millones de personas, la carretera te lleva por las frescas montañas del Oriente Cercano, donde se encuentran algunas de las mansiones más caras del país, entre ellas las del expresidente Álvaro Uribe (actualmente imputado por corrupción y manipulación de testigos). El recorrido es una sucesión de restaurantes elegantes, bares tipo lounge y centros comerciales con aparcamientos donde lucen todoterrenos y coches deportivos. Hay flores por todas partes, árboles también, y a veces campos. Se respira un aire ligero, con aroma a pino, y la temperatura rara vez supera los 24°C.
Es fácil entender por qué las clases medias y altas de Medellín prefieren los alrededores de la ciudad a la propia ciudad. Tanto si se toma la primera carretera, que sube por los selectos municipios de Envigado y El Poblado y luego desciende 600 metros hacia el valle, como si (...)