En 1992, unas jornadas celebradas en la Casa de Velázquez de Madrid, subrayaron la importancia capital de Triunfo bajo la dictadura franquista que la persiguió implacablemente adoptando contra ella las más duras y arbitrarias sanciones. Entre otras, multas cuantiosas y dos suspensiones de cuatro meses cada una: la primera en 1971; la segunda, en septiembre de 1975, lo que provocó que Triunfo no pudiera analizar la desaparición del dictador hasta varios meses después.
Ahora, la reciente constitución de la “Asociación de Amigos de la Revista Triunfo”, su presentación en el Ateneo madrileño y un primer acto en la Universidad Complutense, sobre el número extra de 1971 dedicado al tema del “matrimonio”, presidido por el Rector Carlos Berzosa y con intervenciones de la magistrada Manuela Carmena, la abogada Lidia Falcón y la periodista Carmen Alcalde, han servido de aldabonazos para recuperar la memoria de aquella emblemática publicación.
Al frente de todas estas versiones (...)