El espejismo nuclear. Por qué la energía nuclear no es la solución, sino parte del problema

La sociedad industrial, tal como la conocemos, acelera su marcha hacia el abismo. Sus consumos energéticos y materiales actuales no son sostenibles ni extensibles a buena parte de la humanidad. Y en el caso de que lo fueran, como advierten los autores, las consecuencias para el clima terrestre serían catastróficas. Ante este dilema, se presentan dos alternativas: mantener el ritmo con la esperanza de que el ingenio humano halle la solución que hoy nadie divisa, o, por el contrario, orientar nuestro futuro hacia la autolimitación, en población y en consumo, y donde el incremento del consumo material no sea el principal objetivo social ni la única fuente de bienestar. Para los partidarios de la primera opción, la energía nuclear representa una de las ­mayores esperanzas para superar los problemas derivados de las emisiones de dióxido de carbono y del progresivo agotamiento de los combustibles fósiles. No es cierto. Además de (...)