“Dear Henry”

Aproximadamente treinta años después de haber dejado el Departamento de Estado, Henry Kissinger sigue siendo el favorito de los periodistas más destacados. Es preciso admitir que sabe cómo conseguirlo. Conocedor de la enorme fatuidad de ciertos responsables mediáticos, los adula. Y a cambio de los cumplidos (o de los premios) que dispensa, logra que las más condenables de sus acciones (el apoyo al golpe de Estado en Chile del general Pinochet en septiembre de 1973 y la ocupación de Timor Oriental dos años más tarde, por ejemplo) no obstruyan inútilmente nuestros recuerdos. Eso ya lo sabíamos. Sabíamos también que un periodista estadounidense tan célebre como Ted Koppel (ABC News) tenía la encantadora manía de interrogar regularmente al ex secretario de Estado recordando cada vez sus títulos universitarios (un doctorado en ciencias políticas). Koppel parecía prescindir de esta apelación y esta generosidad en la invitación no bien el doctor en ciencias (...)