Después de realizar en el Brasil tres Foros Sociales Mundiales (FSM), sin prejuzgar el de Mumbay, y al término de dos Foros Sociales Europeos (FSE), ha llegado la hora de preguntarse si la fórmula inaugurada en Porto Alegre en 2001 puede perpetuarse como tal. Todo indica que no: es precisamente cuando la dinámica de una acción es exitosa –como en este caso– cuando se impone la necesidad de prever la siguiente etapa; con mayor razón porque los posibles indicadores de evaluación de este "éxito" son numerosos y muy diferentes.
Número de participantes: es evidente que, después de constatar "el efecto masa" en el primer FSM, "sumar cifras" no prueba gran cosa. Podriamos reunir cada vez más delegados, ¿y luego qué ?
La ampliación de la base social y del abanico de organizaciones incorporadas en el (...)