Al hilo de las revueltas que sacuden el mundo desde mitad de los años 1990 –de Chiapas a la Puerta del Sol–, los autores reflexionan sobre algunos de los pilares que aceleran la obsolescencia de los sistemas democráticos tal como se nos presentan. En particular, la insuficiencia de las constituciones modernas respecto de sus regímenes de trabajo, propiedad y representación.
El trabajo es clave para tener acceso a la renta y a los derechos básicos de la ciudadanía, “una relación que durante mucho tiempo ha funcionado mal para quienes estaban fuera del mercado del trabajo normal, incluidos los pobres, los desempleados, las mujeres trabajadoras sin sueldo, los inmigrantes y otros, pero hoy la posición de todas las formas de trabajo es cada vez más precaria e insegura”.
La propiedad privada es un segundo pilar fundamental de las constituciones republicanas, y hoy poderosos movimientos sociales impugnan no sólo los regímenes nacionales y globales (...)