Cuando el fin del Imperio británico se remonta apenas a una generación atrás, su rehabilitación ya es objeto de una ofensiva discreta pero concertada por parte de diarios británicos influyentes, profesores universitarios conservadores, y hasta de las más altas esferas del gobierno.
El alcance de esta campaña pudo apreciarse cuando, en enero último, Gordon Brown, el actual ministro de Finanzas, que es también el presunto heredero de Anthony Blair, declaró en África oriental: “La época en que Gran Bretaña debía disculparse por su historia colonial pertenece al pasado”. Efectuadas a The Daily Mail –a la cabeza de la corriente pro rehabilitación– poco antes del lanzamiento de la campaña de las elecciones legislativas de esta primavera, las declaraciones evidentemente distan de ser una broma.
En efecto, entrevistado cuatro meses antes por el mismo diario en el Museo Británico de Londres –esa cueva de Ali Babá repleta de tesoros robados en las antiguas colonias (...)