En los años 1960, estaban en el aire los espacios radiofónicos titulados Rinomicina le busca, dedicados a la averiguación de personas desaparecidas, con publicidad descarada de una marca farmacéutica. El responsable de esta serie sumamente popular era Juan Ignacio Varela, cuya vida se veía afectada por toda clase de presiones, desde las comprensibles esperanzas de las familias afectadas hasta la censura insolente del gobierno de Franco, deseoso de borrar toda clase de secuelas dejadas por la guerra civil fratricida (1936-1939). En una sociedad donde la Dictadura buscaba mostrar su cara más amable con programas de televisión inocuos como “Reina por un día”, no resultaba conveniente remover viejas heridas. El elenco reunido en torno a Juan Ignacio Varela lo formaban un locutor y periodista adicto al franquismo, apoyado por un comisario de la guardia vieja falangista y un empresario ávido de dinero, sin desdeñar al joven de clase humilde Antonio Luna.
Son (...)