Australia, que aparece como “una nota al pie de página” en las proyecciones cartográficas Mercator, ¿existe geopolíticamente? Se podría dudar, es tan “Down under” (“en alguna parte allá abajo”, sobrenombre irónico utilizado por los australianos en referencia a la posición de su país sobre el planisferio) que sólo logra, en el mejor de los casos, suscitar un interés amable por parte de los analistas de las relaciones internacionales. No es una nación nuclear, no forma parte ni de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ni de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), ni de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y no se cuenta entre los “BRIC” (acrónimo para Brasil, Rusia, la India, China) ¿será acaso una no-potencia?
Este país, el sexto Estado más vasto del mundo, sólidamente instalado entre los quince más prósperos del planeta, distinguido por tener el tercer mejor Índice de Desarrollo (...)