Si bien la desintegración de la economía siria ha contribuido a precipitar la caída de Bachar el Asad, su revitalización parece ser ahora una de las prioridades de las nuevas autoridades de Damasco. “Recuperamos un país despedazado en todos los sectores: la industria, el comercio, el Ejército, la Administración…”, admite Abu Mohamed al Golani, nombre de guerra de Ahmed Husein al Shara (France 24, 17 de diciembre de 2024). La tarea se prevé ingente. Los trece años de guerra civil han desintegrado el aparato productivo y han llevado al hundimiento de la libra siria y a una inflación persistente que ha sumido en la pobreza a dos tercios de la población del país.
Estrangulada por las sanciones internacionales y gangrenada por la depredación de uno de los regímenes más corruptos del mundo, el grueso de la economía pertenece en la actualidad al sector informal. El Banco Mundial estimaba en primavera que, (...)