El jueves 19 de mayo se votó en el Congreso la llamada Ley Trans, que no ha salido adelante debido a la abstención del Partido Socialista, entre otras. Una ley que se ha sometido a una negociación dura, a debates públicos y a una consulta previa (mecanismo de validación legislativo muy poco utilizado y enriquecedor).
La explicación a las preguntas de cómo se ha llegado hasta aquí, podríamos encontrarlas en Transfeminismo o barbarie. Kaótica Libros, edita este libro, que bien podría ser un manual de lectura obligatoria para entender qué está pasando y cómo nos encontramos en esta extraña situación.
Las autoras de este libro, feministas autónomas en su mayoría, se atreven a responder a las preguntas relevantes. A través de relatos en primera persona, de argumentos, de teoría feminista y de mucha pedagogía, tratan de romper con la desinformacion y la desorientación en la que se encuentra el público en general. ¿Qué está pasando?, se preguntan muchas, ante los ataques que han llegado a ser violentos, desde una parte del movimiento feminista que quiere ser excluyente y elitista.
El libro comienza con una pregunta provocadora por parte de Carmen Romero, ¿Quién teme a lo trans? La cuestión da pie para enmarcar a las teóricas clásicas: Butler, Lauretis o Witing sobre quiénes son las mujeres y quién las define. A continuación, Lucas Platero hace una magnífica genealogía de lo acontecido recordando dos fechas importantes: la escuela de pensamiento de Podemos en 2018, con la ponencia de Sam Fernández y la ya famosa escuela Rosario de Acuña con la ponencia de Amelia Valcárcel y su banalización de lo queer como una teoría del deseo. Se incorporan las voces de Justa Montero y de Cristina Garaizabal, dos feministas de referencia sin las cuales no se puede entender el feminismo autónomo de este país y un ejemplo de cómo los roles de poder y los cambios generacionales se abordan desde la generosidad y abriendo fronteras.
Los capítulos de Nuria Alabao, Carolina Meloni, Silvia L. Gil, Javier Saéz y Patricia Reguero aclaran conceptos, desmontan los argumentos usados por las TERF (Feminismo radical trans excluyente, por su acrónimo en inglés), pero también son capaces de explicar a Butler y “el género en disputa” y dilucidar los principales rasgos de la teoría queer y su vinculación con lo trans y sobre todo, construir discursos sobre la importancia que generar un feminismo amplio, donde el sujeto sólo puede ensancharse, ampliarse y recibir lo trans como propio.
Las miradas de Mafe Moscoso, María Galindo, Duen Sacchi invitan a incorporar la mirada migrante, racializada, de debate global y compararlo con otros contextos. Por último, para dar forma a la teoría invitan a Aingeru Mayor, a Aitxole Araneta, a Alicia Ramos y a Leo Mulió. De este modo se emplaza a entender los cuerpos como un campo de revolución, parafraseando a Sontag.
Sólo ampliando el sujeto seremos más. Incluso, sólo pensando en un feminismo, no identitario, seremos capaces de abordar unas demandas transformadoras, trans incluyentes y feministas (sin carnet).