Hipocresía, doble rasero, fariseismo
Suecia y Cuba
La trágica y lamentable muerte en una cárcel de Cuba, el 23 de febrero último, del disidente Orlando Zapata, tras una larga huelga de hambre, ha servido de pretexto a algunos países europeos para hacer añicos las intenciones del Gobierno español de acabar con la Posición Común de la Unión Europea hacia Cuba. Esa Posición Común, adoptada en diciembre de 1996, que sanciona a Cuba y bloquea cualquier posibilidad de diálogo con La Habana, pone particularmente de manifiesto la actitud farisea de un país como Suecia que se empeña en perpetuarla pese a las consecuencias que afectan duramente a todos los ciudadanos cubanos. El atrincheramiento unilateral contra La Habana resulta de la obsesión de un grupo de Estados (Alemania, Reino Unido, República Checa, Países Bajos y Suecia) decididos a recrudecer las vicisitudes de los cubanos más vulnerables.
por René Vázquez Díaz,
abril de 2010
Propuesta por José María Aznar, la Posición Común de la Unión Europea fue adoptada en diciembre de 1996 en un marco de relaciones internacionales que ha cambiado sustancialmente. Aznar pasó a la “Historia universal de la indecencia” como partidario de un golpe de Estado (el 11 de abril de 2002) para derrocar una “democracia indeseable”, la de Venezuela.
Cuba fue sancionada porque, en legítima defensa de la seguridad de sus ciudadanos, el 24 de febrero de 1996 se había visto obligada a derribar dos avionetas de una organización terrorista (Hermanos al Rescate) con sede en Miami que violaron repetidamente el espacio aéreo de la Isla. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, nadie pone en duda el peligro que ese tipo de vuelos puede representar.
Hoy la economía estadounidense depende en parte de un Estado dominado por un Partido Comunista: China. De igual modo, los países de Europa se (...)