Por fin alguien que cuando habla de la crisis del periodismo no se limita a elucubrar sobre la viabilidad de las empresas o los aparatitos en los que se empaquetará la información. La docena de periodistas que participan en este libro, cuando piensan en periodismo, lo hacen sobre su contenido: qué se debe decir, cómo se debe decir y cómo se debe buscar la información. No es que estemos de acuerdo con todos ellos, pero se agradece un debate que vaya más allá de lo empresarial y lo tecnológico.
Las colaboraciones son muy irregulares, encuentro entre ellas a una periodista a la que debo agradecer la gran ayuda prestada para uno de mis libros y también a otro que, tan tranquilo, en la entrevista que realizó hace unos años a una periodista y amiga cubana, escribió que el hombre que le acompañaba durante el encuentro en Madrid, director de la revista (...)