En estas fechas en las que el Partido Comunista de China (PCCh) celebra su centenario, cabe la pregunta: ¿se ha vuelto este capitalista? Transcurridos cuarenta años desde las reformas de liberalización económica iniciadas por Deng Xiaoping, más de 800 millones de personas han salido de la pobreza, y el Estado-partido lidera ahora la segunda economía del mundo –o incluso la primera si se calcula en paridad de poder adquisitivo–, con el 18% del producto interior bruto (PIB) global. La introducción de la economía de mercado y la aceleración del crecimiento han ido de la mano con un aumento exponencial de las desigualdades: el coeficiente de Gini, que mide su amplitud, ha subido en 15 puntos entre 1990 y 2015 (última cifra conocida).
Si bien estas transformaciones han favorecido el auge del sector privado, el Estado mantiene el control directo sobre gran parte de la economía –el sector público representa un 30% (...)