No debe extrañarnos que la identidad y unidad de España se haga coincidir con la fecha del 12 de octubre de 1492. Sus fundamentos: conquista y colonización; lengua y religión. Principios entrecruzados por un mito: el orgullo de construir un continente y alumbrar una civilización. Ser la madre patria. Patrón sobre el cual, el colonialismo del poder articula el posterior discurso del mestizaje cultural lleno de autoritarismo.
Sobre este paraguas se construyen los programas de política exterior hacia América Latina. Sólo se retocan ciertos factores coyunturales. Así, durante los últimos cuatro años de gobierno socialista (2004-2008), se ha utilizado el discurso de la cohesión social para encubrir el proyecto de control imperial. Su lógica se une a los retos de la globalización, recepción de inversiones, innovación tecnológica y lucha contra el terrorismo. Este es el postulado. Nace una nueva cooperación al desarrollo. Complementaria a las inversiones del capital.
La lucha contra la (...)