Si consideramos que lo audiovisual se ha convertido en el principal laboratorio donde experimentar las formas de ver el mundo, esta Primera generación es una referencia obligada para entender las claves de un medio como el vídeo, en su devenir artístico y en su relación con los procesos de transformación de nuestro entorno a lo largo de un periodo: de 1963 (primeras instalaciones de Vostell y Paik con monitores de televisión) a 1986 (reconocimiento de esta generación de artistas y triunfo de Internet en la comunidad científica, inaugurando la era postelevisiva), en el que se redefinieron de forma radical gran parte de nuestros mecanismos de comunicación.
La imagen en movimiento entró en el museo bien como documentación de prácticas artísticas efímeras o como reivindicación de un medio nuevo que artistas y activistas descubrieron lleno de posibilidades dentro del mundo del arte y como práctica encaminada a la construcción de realidad. En (...)