En Turín (Italia), a cien metros del edificio de la Università degli Studi donde Antonio Gramsci estudió, y bajo los históricos soportales de la que fue capital de Italia y cuna de los Saboya, se encuentra la casa del filósofo y eurodiputado Gianni Vattimo. En un amplio salón, rodeados de libros y cuadros, charlamos con él. Entre nosotros, por encima de mi cuaderno de notas y mi grabadora, se pasea su tremendo y ronroneante gato. “Le permito todo tipo de licencias para compensar todos los abusos que solemos cometer los humanos con los animales”, me dice Vattimo. Hablamos sobre su más reciente libro Comunismo hermenéutico (Herder, 2012), escrito en colaboración con Santiago Zabala, pero también abordamos diversos conceptos acuñados en sus obras, como el ‘pensamiento débil’.
Pascual Serrano: ¿Dice usted que el ‘pensamiento débil’ es el que apoya a los débiles, puesto que pone en cuestión el caracter absoluto del poder (...)