La represión que asoló a la España de la posguerra no fue igual para todos. En Canarias y en Galicia, por ejemplo, los golpistas se apoderaron súbitamente del poder el 18 de julio de 1936 con menos derramamiento de sangre civil. El general Francisco Franco empezó la purga en su feudo militar (Canarias), y luego ordenó la limpieza en su tierra natal (Galicia), mandando fusilar a los militares republicanos. Se puede decir que esta segunda parte fue más dura y cruel, quedando Galicia en manos de falangistas y matarifes librepensadores.
Yo era un crío, y no recuerdo acciones bélicas; pero nunca olvidaré que un día en mi pueblo, Vilalba (de Manuel Fraga y de Rouco Varela, quien parece añorar aquellos tiempos), aparecieron mutilados todos los carteles que indicaban el camino de Asturias: “Puta de guerra” ponían, en lugar de “Ruta de guerra”. Al día siguiente apareció muerto en una cuneta el (...)