Una llamada a romper el silencio. Este libro se fundamenta en que la impunidad se reproduce gracias a lo que no puede ser contado. A un número impresionante de personas, la vergüenza les impide reconocer públicamente el dolor que arrastran de por vida. El injusto sentimiento de culpa que sienten por haber sido objeto de abusos sexuales, por parte de adultos, durante su infancia. “La víctima busca incansable su culpa”, dice Milan Kundera.
Un trauma que condiciona no sólo su propia vida, sino que proyecta su sombra sobre todo su entorno, sobre su capacidad para la confianza. Un trauma que debilita su fortaleza para abordar la vida sintiéndose dignos. Un trauma que no distingue clases sociales, aunque con seguridad no es ajeno a la estructura cotidiana derivada del sistema económico. Las víctimas se encuentran –en uno de los peores ejemplos de transversalidad– tanto entre las clases más pudientes como en las (...)