Se terminó la impunidad en Argentina. La democracia está honrando la memoria de las 30.000 víctimas aniquiladas por el terrorismo de Estado, enjuiciando y castigando a los responsables. El mensaje es claro: eso no podrá suceder “Nunca Más”, como exigió la Comisión Redactora del histórico informe, que presidió Ernesto Sabato.
Después de 25 años de democracia, gracias a tantas luchas de tantos, el país es otro institucionalmente. Pero junto a estos avances, hay dos grandes asignaturas pendientes: la pobreza y la desigualdad.
El país tenía, a inicios de los años 1960, menos de un 10% de pobres y un 53% de su población pertenecía a la clase media, con gran concentración en las pequeñas clases medias. No era un paraíso, los problemas eran múltiples y complejos, pero era uno de los países de la región con mayor clase media, había movilidad social, oportunidades, y una significativa red de protección social (...)