Con la intervención de los Guardianes de la Revolución en Siria y en Irak, Irán ha ganado una batalla militar fuera de sus fronteras por primera vez en su historia moderna. El 21 de noviembre de 2017, el presidente Hasan Rohaní proclamaba el final de la Organización del Estado Islámico (OEI); por su parte, el general Qasem Soleimani, comandante de la unidad especial Fuerza Qods, se alegraba de esa “victoria determinante”. Este éxito contra los yihadistas forma parte del renacimiento de Irán en la escena exterior, quien ya había logrado una victoria diplomática al firmar con seis grandes potencias, el 14 de julio de 2015, un pacto nuclear que permitiría al país salir de su aislamiento diplomático y comercial.
En realidad, la República Islámica apenas obtiene beneficios de estas victorias. Se le acusa de tener ambiciones hegemónicas y el Gobierno estadounidense de Donald Trump obstaculiza la tan esperada renovación económica al (...)